Stacks Image 81120
comparte esta página
Facebook
Instagram
LinkedIn
Twitter
Tumblr
WhatsApp
YouTube
Contact Me
Email This Page
Print This Page
RSS Feed
Site Map

Cómo calmar a un gato cuando se pone nervioso




Cómo calmar a un gato cuando se pone nervioso

La paciencia y el cariño son clave, respetando en todo momento el espacio del animal sin forzarlo

Los gatos tienen un carácter muy particular. Aunque sean cariñosos y afables, también tienen su lado solitario, independiente y territorial. Además, los felinos son muy sensibles ante cualquier cambio y, por tanto, muy vulnerables ante el estrés.

Son muchos los factores que pueden alterar y poner nervioso a tu gato. La llegada de un nuevo miembro de la familia a casa, otra mascota o una celebración con varios invitados, un cambio en la distribución de los muebles o una mudanza... Incluso el mero hecho de poner la música o la televisión alta le resulta desagradable.

Para mantenerlo en calma, aliviar su estrés y proporcionarle el máximo bienestar, conviene identificar cuándo tu mascota está nerviosa, así como saber cómo actuar a fin de ponerle remedio y que se sienta tranquilo.

Señales de que un gato está nervioso

  • Está arisco y apático.
  • No quiere jugar ni comer.
  • Tiene el pelaje erizado, los bigotes rígidos y las orejas inclinadas sobre la cabeza.
  • Mantiene una postura encorvada y tensa.
  • Bufa, gruñe o maúlla intensamente.
  • Presenta pupilas dilatadas.
  • Se rasca y lame en exceso.
  • Marca su territorio con orines fuera del arenero.
  • Destroza juguetes, el mobiliario o las cortinas.

Cómo calmar a un gato nervioso

En primer lugar, deberás intentar identificar la causa de su nerviosismo y solucionarla si es posible. Por ejemplo, si está alterado por la presencia de personas desconocidas en casa, llévalo a una habitación más tranquila. En caso de que se trate de la llegada de otra mascota a la familia, deberás presentarlos poco a poco, así como contar con cajas de arena, comederos y bebederos separados.

Cuando el gato esté nervioso tienes que respetar su espacio, no agobiarlo más ni forzarlo. A veces lo único que necesitan es un momento a solas en una estancia tranquila sin estímulos para calmarse por sí solos.

Intenta acercarte a él despacio, utilizando una voz serena y tranquilizadora y dejando que te huela las manos primero. Incluso puedes sentarte y ofrecerle una chuchería en la distancia para que sea el minino quien se acerque a ti. Una vez que te hayas ganado su confianza de nuevo, dale caricias y masajes suaves, así como otro premio comestible.

Evita en todo momento gestos o movimientos bruscos. Y, por supuesto, trátale con cariño y paciencia. No le grites, ni le regañes, pues esto solo empeoraría la situación.

Jugar con tu gato le ayudará a calmar sus nervios. Escoge alguna actividad que le guste como perseguir un objeto atado a una cuerda. Esto no solo le entretendrá y distraerá, sino que además rebajará sus niveles de estrés, agotará energía y reforzará vuestro vínculo.

Si su nerviosismo es persistente, no dudes en acudir al veterinario o contar con la ayuda de un etólogo para identificar la raíz de su problema y sus posibles soluciones. Por ejemplo, en algunas consultas veterinarias venden unas sustancias compuestas por feromonas cuyo olor tranquiliza mucho a los mininos.

Stacks Image 81347
Stacks Image 81364
Stacks Image 81361
Stacks Image 81358
Stacks Image 81355
Stacks Image 81352
CANIPOST |