Estrés en gatos

Los gatos son animales sutiles que rara vez muestran signos evidentes de emoción. Aunque pueden sentirse temerosos, ansiosos y frustrados, no siempre es fácil saber cuándo tu gato se siente nervioso o estresado. Por eso, es importante que los humanos entendamos el lenguaje corporal de nuestros amigos felinos, para reconocer cuando tienen dolor o se sienten ansiosos y también para poder calmarlos frente a situaciones estresantes.
Permanece siempre alerta por si detectas las siguientes señales en tu gato: se agacha y se ve tenso, es más vocal de lo habitual, lanza silbidos o gruñidos, se vuelve más retraído, se esconde con más frecuencia, es menos tolerante con las personas, come o bebe menos de lo habitual, come en exceso, traga de forma exagerada, se lame la nariz, orina o defeca fuera del arenero. También es importante estar atento si está quieto cuando normalmente tiene más energía, se sacude repentinamente, sostiene o agita su cola cerca de su cuerpo, pone sus bigotes hacia atrás con orejas planas y ojos dilatados, se encuentra hipervigilante, realiza marcajes inesperados, observas un acicalamiento excesivo o comienza a rascarse en lugares inusuales.
Cuanto antes puedas detectar que tu gato no está contento, antes podrás hacer algo al respecto. Considera las situaciones a las que se enfrenta tu gato y que pueden resultarle difíciles de afrontar, como traer otro gato al hogar, recibir visitantes, una nueva incorporación a la familia, cambios en el hogar o ruidos fuertes. Para proteger a tu gato en situaciones estresantes, asegúrate de que tenga acceso a su refugio seguro favorito, escondites, postes para rascar o lugares para trepar. Si se esconde, no le obligues a salir, lo hará en sus propios términos.
Es fundamental que los humanos aprendamos a reconocer los signos de estrés en nuestros gatos y proporcionemos un ambiente seguro y confortable para ellos. Ayudar a nuestro amigo felino a mantener su bienestar emocional es crucial para su salud y felicidad.



